Te alcancé en el último salto.
No hubo lágrimas
ya fueron bebidas
como
aperitivo del dolor.
Pude arañar al tiempo
los segundos de amor
albergados con mimo
en mi interior.
Y si tuviera que repetir
conociendo ya
el camino escabroso
plagado de contratiempos,
sometido a caídas,
lejos de la quietud.
lejos de la quietud.
Si tuviera que repetir
..........
y mi compañero
fueras tu,
me encomiaría
con ojos cerrados
a el trayecto
de la felicidad trabajada.
de la felicidad trabajada.
Antes y después
me guían
las pulsaciones
de tu alma.